El invencible Salvador
No recuerdo en la historia moderna de nuestro estado, a un político que haya enfrentado cañonazos económicos y políticos tan graves como los que recibió “el invencible Salvador” en el pasado proceso electoral.
No fue suficiente el escándalo de su hermano aprehendido días previos al inicio de la campaña por la presunta comisión del delito de secuestro agraviado.
Tampoco mermó en las preferencias que su propio Director de Seguridad, haya sido puesto a disposición por elementos de la Procuraduría General de Justicia. Vaya, ni siquiera la operación del gobierno y la marca Morena pudieron con él.
Y cuando me refiero a la marca Morena no se puede dejar fuera la operación de Alejandro Aguilar, diputado federal reelecto que apoyó a ese partido en el municipio.
La fórmula es: comunicar, movilizar y pactar
El triunfo de Salvador Santos no se puede entender de otra manera, que bajo la lupa con la que se construyen proyectos ganadores: operación política, territorial y comunicacional.
Salvador Santos fue, durante su primer mandato, uno de los alcaldes que mejor y más comunicaron desde su oficina de prensa.
Y es que en comunicación política hay una máxima: lo que no se comunica, no existe, y esto parece haberlo entendido muy bien el alcalde Huamantleco.
En el terreno político parece que lejos de alejar a liderazgos locales, se encargó durante los tres años a fortalecer los lazos y tender la mano.
Su fortaleza, otra vez, fueron las comunidades de Huamantla que muchos años se sintieron alejadas, y que hoy representaron el triunfo para el candidato ecologista.
¿Qué decir de la organización territorial? el alcalde aceitó a su estructura durante los poco más de dos años previos a la elección.
En resumen, la percepción ciudadana, la operación política y la movilización, dieron como resultado el triunfo, que aunque no arrazador, sí suficiente para refrendar.
El triunfo lo construyó él, porque el partido que lo llevó nuevamente a la alcaldía no figura en estructura territorial.
El Plan C también lo benefició
El famoso Plan C del Presidente López Obrador, también benefició al alcalde, pues los nada despreciables 80 mil votos de los candidatos a Senadores, seguro le abonaron a su proyecto.
Es cierto, se trata de un partido que pertenece a la 4T, y bajo esa perspectiva podríamos decir que ganó el oficialismo; sin embargo, tampoco podemos desdeñar que el oficialismo tangible se llama Morena y ese, perdió el pasado 2 de junio.
Son más los que están en contra, pero están atomizados
Suman más de 36 mil los votos en contra de Salvador, si tomamos en cuenta la votación de los otros partidos que tuvieron candidatos en Huamantla.
Mientras la oposición esté suelta y los partidos aliados sigan pensando que pueden solos, seguiremos viendo resultados como en Huamantla.
Mal hizo quien en su frustración decidió amedrentar el cómputo de la elección, bien por Ignacio Ramírez que mostró madurez política y convicción demócrata.
Salvador no la tiene fácil, ahora deberá trabajar para recuperar la confianza de los miles que no creyeron en él y voltearon a otras opciones.
Agradezco el favor de su lectura.
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