Retrato de El Nuevo PAN
El domingo pasado se reunieron militantes y simpatizantes del PAN para recibir al Presidente Marko Cortés, para el arranque de la campaña “El Tlaxcala que Deseamos”.
El evento fue nutrido, la cifra oficial fue de al menos cinco mil asistentes, que acudieron con las acostumbradas facilidades de transporte.
Destacó la presencia de Minerva Hernández y Gilberto Temoltzin, pero también la ausencia de Lilia Caritina y Adriana Davila.
Así, en un evento lleno, la Presidenta se comprometió a ganar más de 30 municipios en 2024 “solos o en alianza”.
Por darle un dato, durante la elección intermedia del gobierno de Héctor Ortiz, el PAN ganó 20 municipios, su mayor triunfo en la historia del PAN en Tlaxcala, dicho sea de paso, aquel triunfo se logró en alianza con otros institutos políticos.
Miriam se puso la vara muy alta, lo que pone en evidencia que su participación no fue planeada, sino más bien producto de la improvisación.
¿Por qué fue un error? porque de ganar menos de 30 municipios, situación muy probable, su paso por el PAN habría sido un fracaso.
Señales políticas ¿malas?
Una mala señal, pero retrato fiel de El Nuevo PAN, fue la presentación de “liderazgos” municipales de cara a las elecciones del 2024, me explico:
Para el caso de Yauhquemehcan se auto presentó Alfredo Ricalday, ex regidor y alcalde interino que jugó en contra de Francisco Villarreal y Ricardo Gutiérrez en la pasada elección, quienes estuvieron presentes y no fueron reconocidos como liderazgos municipales, mientras que para Tetla la carta de presentación es nada menos que el hermano de la Presidenta. ¡Todo queda en familia y amigos!
Tratar de acaparar la atención de Marko Cortés fue otro error evidenciado el domingo, al sentar al Presidente entre Miriam y Ángelo, haciendo a un lado al Secretario General.
Bien habría hecho Ángelo Gutiérrez en darle el espacio a Carlos Quiroz, quien fue relegado y alejado del dirigente nacional, prácticamente sin ser tomado en cuenta.
A Ángelo se le olvida que no debería ser el protagonista, porque su protagonismo contribuye al debilitamiento de la imagen de la Presidenta.
Mal cálculo no dar voz al Presidente de Cuaxomulco y solo permitir la intervención de Ángelo Gutiérrez y Pablo Badillo, cuando el municipio que encabeza Miguel Ángel Neria, tiene relevancia para el panismo al haber sido el primer municipio gobernado por Acción Nacional.
Pero quien sí destacó en el evento fue Julio César Hernández, a quien el dirigente nacional “le brindó una oreja” al señalarlo como el factor indispensable durante la elección de Apizaco en 2021.
Marko Cortés dijo textualmente que “de no ser por Julio Hernández, aunque hubieran tenido al mejor candidato, no hubiera sido posible el triunfo en 2021“. ¡Te lo digo Juan para que lo escuches, Pablo!.
Si Ángelo cree que será él la voz que escuche Marko Cortés en 2024 está seriamente equivocado, porque si Cortés confía en alguien, es en Julio César Hernández.
La oportunidad perdida para la Presidenta
Sin lugar a dudas, era el evento perfecto para que Miriam Martínez se luciera y silenciara las voces que critican su falta de pericia política, pero no fue así.
Escuchamos a una dirigente con un discurso sin fondo, desarrollado en un terreno común y visiblemente nerviosa.
La experiencia y liderazgo no se pueden heredar. Bien haría la Presidenta en asumir el liderazgo y fortalecer sus habilidades políticas y escénicas, porque su imagen es la imagen del partido.
¿Y la estrategia digital del PAN?
Resulta que el pretexto fue presentar la campaña digital que, con corte al día martes a las 8:00 horas, apenas alcanza las 306 veces compartidas en facebook.
El asunto no es menor si se contempla que en el evento hubo 5 mil asistentes y se pidió expresamente compartir en sus cuentas de redes sociales.
A esto hay que sumar que el audio de la Presidenta falló durante la transmisión en redes sociales. ¡Buena estrategia digital!.
De nada sirve llenar eventos si la operación política es mala y se basa en la soberbia y la apatía. Antes de pensar en ir solos o en alianza, se debería pensar por el fortalecimiento interno del partido, porque eso es lo que hace fuerte a cualquier institución.
Si la dirigencia no cambia sus formas, no solo están destinados al fracaso, sino a pasar a la historia como aquel sueño que se convirtió en pesadilla para Acción Nacional.